sábado, 21 de mayo de 2022

Una oración solitaria

Señor solo Tú sabes el camino que he andado, presentado antes Ti de pequeño pero con una idea del mundo ya, disfruté de las maravillas de la naturaleza y la libertad que me diste y en especial la bendición de mis abuelos, que siendo humanos, con sus error y fallos fueron y son perfectos, en este plano y ahora a tu lado.

Alejado del común día por la distancia que había, empezó todo ser muy natural, no contar con nadie mas, al menos de mi edad, la visita de algunos pocos y de mis primos mayores contentaban mi corazón, mis juegos de a uno tuvieron un giro con la llegada de mis hermanos pero la distancia en tiempo aún era un pequeño escaño a solucionar.

De mi vida me enseñaron a moverla bajo el quiero, puedo debo, de mi abuelo y las dos reglas de oro de mi Otousan, aplicadas algunas veces torpemente siempre las tengo presente, durante mucho tiempo y a pesar de haber estado en un colegio parroquial el pasar de los años hizo que me alejara de ti, disfruté del mundo como creí que era correcto pero siempre al final recurría a Ti en las caídas, pasé por el agnósticismo y retomé la espiritualidad, me acerque nuevamente por gratitud y no a pedir y es que nuevamente me volviste a bendecir.

Es extraño que acercandome a Ti duden de lo que siento por Ti pero tiene sentido, mis oraciones solitarias, pasaron a ser de dos y nuevamente una bendición más apareció, el cuidado de un  ángel a tu lado me motiva a pensar que pase lo pase mientra siga recomponiendo mi compromiso contigo, avanzando, seguiras cuidando de nosotros.

En tus manos dejo mi destino mientras mis pies irán paso a paso, lento o rápido pero sin parar, bendice a todos y que se haga tu voluntad porque confío y tengo fe en ella. 

viernes, 16 de julio de 2021

Día 1

Mi universo colapsa por mi culpa, por la impulsividad de un cometa que intentó adornar el cielo y terminó dándole a mi propio sol. La vida en mi planeta tiembla de miedo al ver ese escenario apocalíptico en el cielo, con la mirada siempre hacia su brillo celestial, como girasoles que somos, ahora tenemos que bajar la cabeza, la culpa nos pesa, el dolor llega hasta las raíces ¿que podemos esperar? el tiempo nos dirá si el ocaso completo llega o si una ráfaga de viento cósmico llegue y limpie las nubes de cenizas y aplaque el fuego de aquella explosión, no queremos ir a ningún lado, estaremos estoicos allí para ver el desenlace y es que avanzamos en la vida ya varios años pero solo recién apreciamos vivirla.


lunes, 21 de junio de 2021

El encuentro con el Golem Corazon de Algodón (Parte 1)

Era un día tranquilo, habíamos avanzado ya mucho camino y cada vez había menos mapa que recorrer con la punta de los dedos, pronto llegaríamos al destino y mis dudas serian resueltas y como escuche alguna vez "todo al final ira bien, quizás no como quieras pero al final bien" con ello como consuelo la ansiedad había descendido.

A mitad del bosque mientras revisaba una vez mas el mapa y miraba hacia el sol para hallar la ubicación escuche un gruñir estruendoso, la curiosidad puede muchas veces más que el instinto de salvación y seguí el sonido sin dejar de marcar el camino de regreso y es que mas vale caminante prevenido que aventurero muerto.

En un claro entre ramas y con una pequeña fuente de agua natural alimentada por una cascada vi a un gigante golem de piedra maciza sentado viendo su reflejo gruñendo tan fuerte que hasta la misma tierra  parecía temblar del susto, sin embargo entre esos aterradores gritos pude rescatar algunas palabras de una extraña lengua que no puedo recordar pero tan común entre algunos, era palabras que nacían de lo mas profundo de su ser, eran palabras de dolor, cristales de arena brotaban de sus ojos y decidí acercarme, tan precavido como curioso me paré frente a él y me presenté:

"Hola, como estás mi gigante amigo soy un viajero viajante lleno de dudas y con un destino que recorre tus dominios sin malicia ni avaricia pero no puedo dejarme de preguntar ¿por qué llorando estás?"

- Ni son mis dominios, ni soy tu amigo, muchos menos quiero compartir mi dolor contigo, acaso llevas tanto años aún en este mundo sin haber sido herido por andar de entrometido? 

No es mi preocupación salir lastimado pore alguien colosal como tú pero sí el saber qué te ha podido hacer llorar así. 

Fueron esas escasas palabras las que cruzamos antes que sus manos casi logran convertirme en parte del terreno. 

Aun sin recuperar el aire del susto recibido intenté esbozar algunas palabras: te mentiría si no acepto que vi mi vida pasar frente a mi cuando tu mano casi me aplasta pero en esa visión también recordé que muchos de mis pasajes de vida los he visto a través del cristal de las lágrimas, siendo yo un ser tan insignificante comparado a tu lado me cuestiono y digo ¿serán los mismos motivos que te llenan a ti de tristeza, rabia, impotencia o que hay cosas más peligrosas o atemorizantes que incluso pueden hacer llorar a un gigante tan colosal como tú?




Hasta pronto

Un día cerraste los ojos y lejos estabas de aquí, el infierno dentro de mí se congelo al tener la noticia,  no sabia que decir; no estuve cuando te fuiste y es que tenía la esperanza de verte regresar y ahora que lo has hecho ya no de manera material las lagrimas no han dejado de brotar.

Iluminaste las noches con tus ojos y tu sonrisa, la hermandad estaba a salvo siempre había quien cuidara a los demás me enseñaste muchas cosas pero la que ahora rescato más es que no tenga nada guardado y lo diga sin dudar. 

Era un tridente marcado por mi locura, su decisión y tu fuerza juntos nada nos detenía, fueron noches incontables de alegría, diversión de buenos momentos, que siempre evoco cuando quiero soltar una sonrisa a media calle. Tu delicado vocabulario europeo que destruía egos y autoestimas resuena en mi cabeza cada vez que alguien me colma la paciencia y luego sonrío por las siglas que los representan.

Rozamos la tentación y sucumbimos en el exceso alguna vez y quizás por eso me sentí atado de manos este tiempo, madurando una culpa que sé no me cargas y desde donde estás te ríes por ser tan tonto al creer yo que la tengo.

Tomen como lo tomen para bien o para mal, los sentimientos que se guardan se procesan una y otra vez hasta convertirse en resentimientos y para ti la vida siempre fluyó ahora desde el cielo nos vigilas y no te quiero decepcionar ya fue suficiente una vez en la tierra para que más.

Tu visita ha sido la señal mas clara para apostar por lo que está sucediendo ahora y me siento mas tranquilo, siento tu mano sobre mi cabeza, la dulce caricia de una cachetada para hacerme reaccionar y mi reflejo en verde turquesa empieza a sonreír.

Hasta pronto... 

Besed Sanje y la ninfa de cristal (parte 1)

Besed Sanje, cuenta cuentos de aquellos, había recorrido en su vida una decena de países buscando historias y con ellas recorrió millones de mundos que habitaban en las palabras, en las personas y en las almas, pero el  tiempo pasaba y como palabra tras palabra de este párrafo no se podía detener, conservaba en si una gran vitalidad pero un defecto de nacimiento se hacia cada vez mas notorio y es solo un decir por que sucedía lo contrario, notaba cada vez menos que ayer, sus ojos se fueron nublando con los años y sabiendo ello nunca se quejó.

Un día paseando con rumbo desconocido me topé con él y de ese encuentro rescaté...:

Caminaba por el pueblo de Atuk y a penas en la entrada vi a un figura  con el mismo destino que el mío, si un camino es largo no hay nada mejor que compartirlo, al acercarme a él vi en sus ropas los sellos de aquella lejana nación de la cual solo tengo un vago recuerdo y en su brazo tatuado en negro el sello de los condenados al abismo, no podía ser nadie mas que el mismo Besed Sanje, buen día! salude y al ver su rostro al contestar el saludo me quede sorprendido y una sonrisa se me escapó sin querer.

- No te contengas, se que no es algo que se vea todos los días - dijo en voz pausada y acompañada de una ligera sonrisa

Sobre su rostro yacían dos cristales pulidos de forma ovalada unidas por un ligero madero y ajustadas a sus orejas por dos tiras que no me atreví preguntar de que eran, nunca en mi vida había visto semejante artilugio y la curiosidad no se dejo atrapar en el silencio por lo que pregunte : que es?

- Son mis ojos sobre mis ojos, son  el regalo de una ninfa de cristal con la que me tope: y es que tras tanto tiempo, de tantos viajes, de tantos amaneceres y atardeceres, tantos días brillantes y eclipses mis ojos dejaron de mostrarme el mundo tal y como dicen que es y no lo extrañaba, viví entre sombras, siluetas y personas difuminadas en la distancia, por un momento pensé qué sería de mi, que serían de mis cuentos sino puedo ver a quienes les cuento pero decidí continuar y en ese continuar aprendí que podía verlos ya no con los ojos sino también con el corazón, con la piel, con los oidos, la nariz y hasta con la razón ... aprendí a tomar en cuenta los cambios de tonos en una conversación, a oir dentro de los silencios los latidos de quien calla, a medir la intensidad de los movimientos por el aire que desplazaban sobre mi, y descubrí entre esas siluetas y manchas la belleza que muchos no se atreven a ver; había  renunciado ya hasta al punto de confiar en mis ojos y dejarme llevar por lo extrasensorial, por mis corazonadas....

Contuvo la respiración, se podía sentir como disfrutaba aquel recuerdo y esperé que el mismo decidiera cuando continuar, que más podía hacer era Besed Sanje así tomara un vida su continuar valdría la pena...

- .... sin embargo un día, porque siempre llega el día, cruzaba entre las calles de un pueblo llamado Mesto Kureci era victima de los fantasmas del hambre el rugir de mi interior pudo haber competido con el de aquellos legendarios leones  fue allí en tan cotidiana situación que entre las sombras que me rodeaban una mano tan fría como cautivante me tomo y me llevó a un lugar lleno de aromas deliciosos, ambrosías flotantes que alimentaban mas y mas a los fantasmas que me rodeaban, su voz pausada me pregunto si deseaba elegir algo, no tuve tiempo de escoger y me dijo ya en afirmación "elije algo"... busqué sus ojos guiado por su voz, y entre todas las sombras su silueta era blanca, con una luz propia, fría como su mano pero avivó un viejo fuego en mí... aún no se si fue la expresión en mi rostro o el tiempo que demoré pero diose cuenta de mi desventaja visual y puso sus manos sobres mi ojos, mis parpados helados parecían pegarse a mis glóbulos oculares, toda la oscuridad que había se empezó a disipar y cuando todo se iba aclarando fui presa de su mirada, pude ver a través de sus manos de cristal sus bellos ojos, sus pestañas definidas una tras otra elevándose al cielo me despegaron del piso y exclamé sorprendido lo maravilloso de su belleza...


viernes, 20 de julio de 2018

Continuo

Hoy viajé en una historia recordando un tiempo pasado, es extraño como algunos detalles que antes no eran contados aparecen al tener oyentes diferentes como si mi mente los desbloqueara, curioso aún más que sean tan finos y vivos como los colores, las formas, los tiempos, los aromas y hasta las sensaciones impresas en cada palabra.

Se que no puedo verlo pero si lo siento, el calor en mi rostro, las pupilas dilatadas, los ojos contenidos, es como si lo viviera todo de nuevo pero con que fin, solo para entretener al público o para convencerme de que todo ello no desaparecerá jamás de mi interior.

Sigo olvidando cosas pequeñas pero cada vez más seguido, mi propia terapia a empezado para salvaguardarme.

No recuerdo

No recuerdo en que momento volví a tener esta sensación dentro de mí, no recuerdo como es que estos fragmentos reaparecen, el tiempo pasa y no lo pude prever. Tengo que aceptarlo y aunque sienta miedo es la verdad, empiezo a olvidar cosas sencillas como los nombres, si hice tal o cual cosa en el día, olvido tramos del camino a penas recorrido pero aun conservo las sensaciones, no encuentro la palabra que describa el acto pero sí que conlleva, que significa para mí, me empecé a refugiar en los olores y el sabor por eso creo que aveces suelo morder; he encontrado olores familiares y sabores curiosos pero nada comparado a aquel recuerdo primario.

No recuerdo cuando fue, no recuerdo que día o en que momento pero estabas ahí, me cautivaste y fuimos cómplices de aventuras que luego como un libro de cuentos incompletos se perdió , al paso de las estaciones solia aparecer un fragmento, como un sismo sin avisar y variando su intensidad, remecias mi mundo estando incluso en la marcada distancia, como es posible ello, como sabiendo que ambos elegimos equivocarnos pero continuar, como a pesar de ello, el libro perdido no se cierra.

Estaremos siempre del otro lado, al instante de la nostalgia, apoyandonos sin juzgar esperando el momento que nos volvamos a encontrar.

No recuerdo muchas cosas pero volveré dejar en líneas evidencia de lo que pasa, porque si en algún momento olvido estoy seguro que leer de ti por mi atraerá este sentimiento.