No recuerdo en que momento volví a tener esta sensación dentro de mí, no recuerdo como es que estos fragmentos reaparecen, el tiempo pasa y no lo pude prever. Tengo que aceptarlo y aunque sienta miedo es la verdad, empiezo a olvidar cosas sencillas como los nombres, si hice tal o cual cosa en el día, olvido tramos del camino a penas recorrido pero aun conservo las sensaciones, no encuentro la palabra que describa el acto pero sí que conlleva, que significa para mí, me empecé a refugiar en los olores y el sabor por eso creo que aveces suelo morder; he encontrado olores familiares y sabores curiosos pero nada comparado a aquel recuerdo primario.
No recuerdo cuando fue, no recuerdo que día o en que momento pero estabas ahí, me cautivaste y fuimos cómplices de aventuras que luego como un libro de cuentos incompletos se perdió , al paso de las estaciones solia aparecer un fragmento, como un sismo sin avisar y variando su intensidad, remecias mi mundo estando incluso en la marcada distancia, como es posible ello, como sabiendo que ambos elegimos equivocarnos pero continuar, como a pesar de ello, el libro perdido no se cierra.
Estaremos siempre del otro lado, al instante de la nostalgia, apoyandonos sin juzgar esperando el momento que nos volvamos a encontrar.
No recuerdo muchas cosas pero volveré dejar en líneas evidencia de lo que pasa, porque si en algún momento olvido estoy seguro que leer de ti por mi atraerá este sentimiento.