Cansado de volar tras una noche de caza me senté sobre la rama de un árbol a las afueras del bosque, podía ver con mis cansados ojos como la humanidad se acercaba más a los dominios de la naturaleza con granjas y animales, pronto vendrían las ciudades y la destrucción - ya lo he visto antes...
Con los ojos casi cerrados a punto de dejar mis sentidos en automáticos y mi mente descansar escuche el quejido de un hombre, mire hacia abajo y estaba ahí, triste y lloroso con dicho llanto iba a ser imposible descansar, mire a un lado y luego al otro, un breve repaso de nuevo y baje a su lado, "por favor acaba con mi dolor y devórame" fueron su primeras palabras al verme, no hubo miedo, no hubo temor solo aquella inusual petición, sino fuera que por que durante la noche algunos semejantes ya habían sido ya mi cena hubiera aceptado la invitación sin dudar, sin embargo la curiosidad fue más grande y casi de inmediato vino la pregunta: que te sucede?
"Mi vida no tiene sentido he perdido cuanto he querido y solo en esta soledad no me queda más que la muerte" cansado de oír sus lamentos le conté las historias de muchas de mis comidas anteriores, como siempre antes de ser devoradas me pedían piedad y suplicaban por sus vidas, que tenían mucho por hacer, que había quien los esperaba, que no se querían ir de este mundo sin antes conversar algo a alguien, siempre había una razón para escapar de la muerte sin embargo este humano era distinto.
Conversamos por un par de horas, el ego y las ganas de poder descansar me hizo ofrecerle un curioso trato, le dije : Hoy no morirás a causa mía, pero ve al pueblo que esta cerca de aquí y cuéntales que me viste que escapaste de mí, que tu valor y tu osadía lograron mantenerte en este mundo (esperaba darle un esperanza de vida, algún motivo, total con tal que me dejaran dormir yo era feliz) No acepto de inmediato, pero la idea tampoco le disgusto al menos le hizo pensar en otra cosa que su tristeza.
Luego de disuadirlo se fue, presuroso corrió a la aldea despertando a todos con gritos descontrolados, desde lejos era un espectáculo que me robo más de una sonrisa e incluso el sueño, las luces de los lamparines se iban encendiendo en una sucesión aritmética y luego geométrica iluminando todo el pueblo, la gente salía de sus casa entre ropas de dormir y algunos con cara de no estar aún aquí en este mundo, la pequeña plaza llena de personas era un perfecto buffet de carnes pero yo seguía más interesado en el pequeño héroe que había creado, sobre la tarima que usaba el alcalde para anunciar sus decretos mi joven amigo hacía gala de sus dotes histriónicos, rodaba, peleaba con una espada imaginaria cortando el viento, luego caiga de nuevo se arrastraba, hacia como tiraran de sus piernas y al final se quedó hecho el muerto... para luego de un sobresalto clavar su espada en mi supuesta cabeza y salir huyendo antes que los que serían piedras o ramas cayeran sobre nosotros, esa parte no la entendí bien y es que estoy algo lejos y el sueño ha retomado su misión de hacerme descansar; una sonrisa en mi labios deja constancia de mi buena acción al fin y al cabo hasta lo demonios tenemos corazón.
Así descanse abrazado por mis alas hasta el otro día... apenas sentí que el sol dejaba daba sus últimos rayos de luz sobre las hojas del árbol desperté, con hambre como siempre pero más con curiosidad de saber que sucedió con el hombrecito aquel que ayudé, no se imaginan la sorpresa que me di cuando lo vi abajo, recostado con el rostro desencajado y rastros de haber sido golpeado, y ahora que te sucedió?La gente se encantó con mi historia, pero al poco tiempo cuando las antorchas se apagaban en la plaza empezaron a pedirme pruebas, como podía asegurar que era cierta mi aventura y la duda se esparció por entre las mentes de los aldeanos tan rápido como el fuego por los granos y al no poder presentar ninguna empezaron los improperios: mentiroso, falso, estafador, gritaban sin mesura y luego de ellos una lluvia de golpes hicieron de mi lo que ahora ves.
Humanos, siempre pidiendo pruebas me sorprende como pueden crear más y más religiones si ni siquiera pueden creer en sí mismos; pero bueno tu presentación de anoche me entretuvo como previo a mi descanso no se puede negar que has sido tocado por el don de la actuación, por eso te ayudare una vez más, toma estas plumas y muéstralas como prueba sino te creen arrójalas al fuego y en ese momento apareceré por encima del humo y tomaré como regalo a alguno de los sorprendidos incrédulos, que dices es un buen trato tu quedas bien y yo me alimento sin problema. No me sorprendió su inicial negativa y luego poco a poco este héroe artificial que había creado se llenaba de ese sentimiento de venganza y soberbia que en tantos grandes reyes había visto.
Y así fue, esa noche me contuve de ir a cazar esperando la señal, a lo lejos veía como trataba de llamar la atención de los aldeanos pero pasaban sin ni siquiera mirarlo, hacía falta un pequeño incentivo, entonces aprovechando la distancia solté un grito al cielo, en parte era por ayudarlo y en parte porque el hambre hacia mella en mí. La gente salió de sus casas preguntándose qué era lo que estaba sucediendo.
El show había empezado de nuevo, veremos que sucederá…
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