No hay tiempo para dudar, ese punzante dolor solo puede ser tu manera de decirme bienvenido, no puedo arriesgarme a ser seducido por tu abrazo mortal, aunque mi cuerpo lo desee y tenga claro que con tu muerte se acaba la inspiración prefiero sentirme muerto por ese dolor que ser un no-vivo más a tu merced y capricho.
Extiendo mi mano y te cojo con firmeza, de la otra con fuerza un ir y venir del puñal, rasgando el aire mientras baja e impacta sobre tu cuerpo y salpicando tu sangre por todo el lugar al subir, siento el dolor que embarga a las estatuas de ángeles, siento su impotencia de no tener brazos para detenerme, las rosas oscuras sedientas absorben cada gota de vida desparramada, cierro los ojos pues no quiero ver tus bellos ojos y caer ante ellos, no debo parar no debo ser débil, tu presencia me llena de luz y brillo tanto al punto de incendiarme, me da paz y calma tanta como la de la misma muerte, eres tan buena y perjudicante como la droga máxima que exalta mis sentidos para darle sentido y vida a mis creaciones literarias mientras me quitas la propia vida y me haces perder el sentido común , la cordura y hasta mi humanidad.
Un brillo que me deslumbra aun con los ojos cerrados se dispara en medio de esta escena fatal, todo acabado ya, el silencio es tan profundo que apenas escucho mi propia respiración, dejo correr las lágrimas sin medida pues a pesar de todo siempre te he amado y por ellos tras tomar tu vida he decidido ofrecer en arrebato también la mía esperando que los dioses se dignen a regalarnos una segunda oportunidad donde podamos estar juntos para siempre o separados sin recuerdo alguno.
Cuantos habrán querido hacer lo mismo que yo, a cuantos les pediste su vida y tomaste sin remordimiento, acaso alguna vez pensaste que podrían dañarte a ti también, que la balanza nunca se inclinaría en tu contra; con tu desaparición alguien tomara tu lugar? son dudas que quisiera resolver pero no hay tiempo, una última mirada , un último recuerdo visual de tu rostro que espero no esté tan herido por mi ataque y será el final.

Sostenido por tus brazos no puedo luchar más y acepto mi destino aquel corazón que da sus últimos latidos es el mismo que te dedicó cada palabra que he escrito, es el mío, con el pecho abierto tus manos sosteniendo las mías, tus labios deslizan unas palabras heladas que recorren mi cuello y suben hasta mis oídos, "descansa y duerme por siempre amor mío"
Fin
No hay comentarios:
Publicar un comentario